Encuentro Sorprendente

El criado se puso en camino sin demora, llevo consigo diez camellos cargados con regalos escogidos, de las mejores cosas que Abraham tenía, y emprendió el largo viaje, y llego a Mezopotamia al pueblo de Nacor. E hizo arrodillar los camellos fuera de la ciudad, junto a un pozo de agua, a la hora de la tarde, la hora en que salen las doncellas por agua. Mientras el siervo de Abraham se encontraba en el pozo, le rogó a Dios con fervor pidiéndole que lo dirigiera en todo. También le pidió al Dios de Abraham para que un acto de cortesía le señalase a la doncella que había de elegir. Todavía no terminaba su oración cuando se acerco al pozo y llenó su cántaro una hermosa muchacha, llamada Rebeca, corrió hacia ella, y le pidió que le diera de beber. Ella le respondió: Bebe señor mío, y bajando su cántaro le dio a beber. Luego añadió la joven: También sacaré agua para tus camellos hasta que hayan saciado. En seguida vació el cántaro en la pila, corrió otra vez al pozo, y sacó agua hasta que todos los camellos saciaron su sed. Y el hombre estaba maravillado de ella, pensando si acaso ella era la escogida.

Genesis 24