Jacob el Engañador

Los años pasaron, y cuando Isaac era un anciano y estaba ciego pensando que moriría pronto, decidió no tardar mas en dar la bendición a su hijo mayor.Llamando a Esaú le dijo: Ya estoy viejo y pronto voy a morir. Toma el arco y las flechas, y anda al campo para que caces algo, y me prepares un delicioso guiso. Después de eso y antes de que muera, te daré la bendición que te corresponde como hijo mayor. Pero Rebeca escucho la conversación, y en cuanto Esaú salió al campo a cazar, llamó a su hijo Jacob, y le contó lo que su padre había dicho a su hermano, y le dijo: Haz exactamente lo que te voy a decir. Ve ahora al ganado, y tráeme dos buenos cabritos, para que yo preparé con ellos el guiso favorito de tu padre. Luego tu se los servirás, y cuando haya comido, te dará la bendición que le corresponde a Esaú, antes de su muerte. Pero Jacob dijo a su madre; no será fácil engañarlo, porque Esaú mi hermano es hombre velloso y yo lampiño. ¿Y si mi padre palpa? pensará que me estoy burlando de el, y me maldecirá en vez de darme la bendición. Que sus maldiciones caigan sobre mí, hijo mío -dijo ella- Has lo que te he dicho. Ve a buscar los cabritos.

Genesis 27